Estaba en Ancón, en Marineros, caminando con Edu a la playa central.
Había un concurso de celulares y a cada rato ganaba cosas por eso, mientras caminaba.
Llegué a la playa central y estaban los de BI de la XLI, menos Sebas.
Entonces lo llamé y le dije:
¿Vas a venir a Ancón por año nuevo?
Me dijo que no, que no tenía donde ir ni como regresar.
Quédate en mi bungalow.
¿Cómo regreso?
No sé pues, con Gustavo y Mafe.
Había un concurso de celulares y a cada rato ganaba cosas por eso, mientras caminaba.
Llegué a la playa central y estaban los de BI de la XLI, menos Sebas.
Entonces lo llamé y le dije:
¿Vas a venir a Ancón por año nuevo?
Me dijo que no, que no tenía donde ir ni como regresar.
Quédate en mi bungalow.
¿Cómo regreso?
No sé pues, con Gustavo y Mafe.
Me dijo que ya.
Colgué y me entró mucho miedo.
Iba a venir, ¿qué he hecho?
Cambio de sueño.
Estaba en un albergue, se veía abandonado. Habían desaparecido 300 niños.
Hubo un apagón y los habían secuestrado. Me recibió el mismo señor que trabaja en Siempre Amanecer.
Colgué y me entró mucho miedo.
Iba a venir, ¿qué he hecho?
Cambio de sueño.
Estaba en un albergue, se veía abandonado. Habían desaparecido 300 niños.
Hubo un apagón y los habían secuestrado. Me recibió el mismo señor que trabaja en Siempre Amanecer.
Luego investigaba y encontré un cuarto como de hospital, con muchas camas y niños echados.
La sra de ahí me dijo que el encargado era el que había secuestrado a los niños.
Ahora era Christian.
La sra de ahí me dijo que el encargado era el que había secuestrado a los niños.
Ahora era Christian.
Lo cogí de las manos como para esposarlo, él de espaldas.
Mientras caminaba para sacarlo de ahí y llevarlo fácil a la comisaría, le besé las manos.
Él me dijo "Jorge no te va a querer como te quiero yo."
Le respondí "Nadie me puede querer como tú."
Se volteó y nos abrazamos.
Seguimos caminando, abrazados, hacia la salida.
Luego me enteré de que los 300 niños habían salido a grabar una película, 100 regresaron y los otros se quedaron afuera fumando marihuana para la escena.
Fue tan extraño.
Mientras caminaba para sacarlo de ahí y llevarlo fácil a la comisaría, le besé las manos.
Él me dijo "Jorge no te va a querer como te quiero yo."
Le respondí "Nadie me puede querer como tú."
Se volteó y nos abrazamos.
Seguimos caminando, abrazados, hacia la salida.
Luego me enteré de que los 300 niños habían salido a grabar una película, 100 regresaron y los otros se quedaron afuera fumando marihuana para la escena.
Fue tan extraño.
(06/07 de diciembre, 2010)
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