jueves, 14 de octubre de 2010

Amanecer

Estaba en un cuarto grande hablando con Sebastián.
Parecía un orfanato.
Yo estaba echada de lado en una cama con sábanas blancas, con cabecera de metal, como de hospital.
Él estaba en otra cama al frente, también echado de costado, nos estábamos mirando, como si estuviéramos esperando que el otro se quede dormido.
Recuerdo tener las manos debajo de mi cabeza, como en la posición de rezar y que él las tenía igual.
El sol iluminaba el cuarto de manera que se llenaba con luz rosada y naranja, parecía el amanecer.
No recuerdo de qué hablábamos, pero recuerdo que la escena era hermosa.
(31 de Julio/01 de Agosto, 2010)

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