jueves, 14 de octubre de 2010

Wall Street

Soñé con Michael Douglas en Wall Street.
Yo era un personaje, fácil Shia LaBeouf.
Iba al techo del Empire State y ahí había una fiesta de famosos, pero era una emboscada. A estas alturas yo ya sabía que Michael Douglas era malo.
Eran puros millonarios, con cara de desconcertados, ¿qué hacían ahí? Nisiquiera se habían tomado la molestia de decorarlo para que parezca una fiesta. Era simplemente un techo. Pero no importó y se pusieron a hablar. Pasaban mozos con champaña.
Douglas me dijo que mataría a todos, que había dinamita y nos haría volar. Corría al borde y veía cajas gigantes amarillas, eran los explosivos.
Cuando Douglas se distrajo comencé a bajar por el edificio. No por las escaleras de emergencia, sino por la parte de afuera, bajando por las ventanas, deslizándome, rápido hasta que llegué al suelo.
Pasé por una reja y ahí estaba él, de nuevo. Esta vez tenía a mi hijo. Mi hijo decía que por qué no estábamos en un partido de baseball como él prometió. Dominic Monaghan me había delatado. Él también sabía lo que sucedía y quiso que yo muera. Douglas me apuntó con una pistola y volví a subir.
Arriba estaba Dominic que me amenazó.

Cambio de escena.
Mismo lugar, pareja diferente.

Douglas está hablando con Blair Waldorf, Chuck Bass se acerca. De repente, no recuerdo por qué, lanzan a Blair del edificio y Chuck salta detrás de ella en un intento para salvarla.
(12/13 de Octubre, 2010)

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